Un alunizaje sónico en Buenos Aires
Después de dos años sin presentación oficial en la ciudad, Babasónicos brindó un recital en el legendario estadio Luna Park.
No es a propósito que una construcción sólida de veinte años de carrera permitiera ser la base que mantuvo en pie durante dos horas de show, una edificación de tres plantas que emergió en el Luna Park. Con los siete Babasónicos a lo largo de toda una montura escénica que jugaba a ser la fachada de un hotel, o lo que disponía el capricho de las proyecciones de cuatro wallscreen (dos cuadrados y dos oblongos, uno vertical y otro horizontal).
La basta trayectoria y el éxito masivo de los últimos diez años de la banda de Lanús, modificó su estatus de banda argentina. Hoy en día, ver un recital de Babasónicos causa la misma expectativa que un grupo internacional, debido a su poca asiduidad de shows en Capital. Si bien este es el cuarto concierto en lo que va del año en Buenos Aires, la noche del sábado fue la primera presentación oficial del último álbum “A propósito”.
La marcha hipnótica de “Flora y fauno”, sirvió como aperitivo para dar los primeros pasos en la luna. Desde las alturas, Dárgelos, vestido completamente de azul, descendía con unos cuernos que se mimetizaban con la balada. Se sacó el accesorio antes de llegar a planta baja y sin que nadie se diera cuenta arremetió con “El ídolo”, “Ideas” y “Cuello rojo”.
“Sin mi diablo”, más poderosa y heavy que nunca; una versión desorientada de “Capricho” y “Los calientes”, conciliaron con el desenfreno de los 15 mil fanáticos que acudieron a la cita. Asimismo, llegó el nuevo hit, “Deshoras”; una versión minimalista de “Pobre duende” y una sección cercana a creamfields compuesta por “Suturno”, “Deléctrico” y “Muñeco de Haití”, con un vudú sonriendo en las pantallas.
El recinto colmado latió con el pulso del bajo de “Y qué” que se desvaneció en la misteriosa y barroca letra de “Egocripta”. “El colmo” y “Fiesta popular” concluyeron el set. La imagen del hotel volvió como al principio y con ella los músicos se abrigaron para cerrar la noche con “Curtís” y el mix “Muñeco/Su ciervo”. Era el final, Dárgelos lo anunció y pidió a sus adeptos que “se lo demuestren todo ahora”. En consecuencia, les regaló una canción más, y no cualquiera. “Demonomanía”: Un clásico que generó la última euforia y sucumbió en el deseo de la espera por la próxima velada sónica.
Leandro Martín Parente
SET LIST:
No es a propósito que una construcción sólida de veinte años de carrera permitiera ser la base que mantuvo en pie durante dos horas de show, una edificación de tres plantas que emergió en el Luna Park. Con los siete Babasónicos a lo largo de toda una montura escénica que jugaba a ser la fachada de un hotel, o lo que disponía el capricho de las proyecciones de cuatro wallscreen (dos cuadrados y dos oblongos, uno vertical y otro horizontal).
La basta trayectoria y el éxito masivo de los últimos diez años de la banda de Lanús, modificó su estatus de banda argentina. Hoy en día, ver un recital de Babasónicos causa la misma expectativa que un grupo internacional, debido a su poca asiduidad de shows en Capital. Si bien este es el cuarto concierto en lo que va del año en Buenos Aires, la noche del sábado fue la primera presentación oficial del último álbum “A propósito”.
La marcha hipnótica de “Flora y fauno”, sirvió como aperitivo para dar los primeros pasos en la luna. Desde las alturas, Dárgelos, vestido completamente de azul, descendía con unos cuernos que se mimetizaban con la balada. Se sacó el accesorio antes de llegar a planta baja y sin que nadie se diera cuenta arremetió con “El ídolo”, “Ideas” y “Cuello rojo”.
“Sin mi diablo”, más poderosa y heavy que nunca; una versión desorientada de “Capricho” y “Los calientes”, conciliaron con el desenfreno de los 15 mil fanáticos que acudieron a la cita. Asimismo, llegó el nuevo hit, “Deshoras”; una versión minimalista de “Pobre duende” y una sección cercana a creamfields compuesta por “Suturno”, “Deléctrico” y “Muñeco de Haití”, con un vudú sonriendo en las pantallas.
Sin dudas, el súmmun llegó en el segundo tramo del show cuando revolvieron el pasado y encontraron algunos reliquias (para los viejos fans y los que sumaron hace poco pero valoran de igual manera los primeros diez años del conjunto): “Valle de valium”, “Posesión del tercer tipo” y “Sátiro”. Pero como recordar en ese lugar y ante tanta gente no hubiese sido posible sin la existencia de los últimos éxitos, estos clásicos se inmiscuyeron entre canciones como “Irresponsables”, “Pijamas”, “Putita” o “Microdancing”.
El recinto colmado latió con el pulso del bajo de “Y qué” que se desvaneció en la misteriosa y barroca letra de “Egocripta”. “El colmo” y “Fiesta popular” concluyeron el set. La imagen del hotel volvió como al principio y con ella los músicos se abrigaron para cerrar la noche con “Curtís” y el mix “Muñeco/Su ciervo”. Era el final, Dárgelos lo anunció y pidió a sus adeptos que “se lo demuestren todo ahora”. En consecuencia, les regaló una canción más, y no cualquiera. “Demonomanía”: Un clásico que generó la última euforia y sucumbió en el deseo de la espera por la próxima velada sónica.
Leandro Martín Parente
SET LIST:
- Flora y fauno
- El ídolo
- Ideas
- Cuello rojo
- En privado
- Sin mi diablo
- Capricho
- Los calientes
- Barranca abajo
- Deshoras
- Pobre duende
- Suturno
- Tormento / Púlpito
- Deléctrico
- Muñeco de Haití / El sultán / Jaula
- Chisme de zorro
- Valle de Valium
- Irresponsables
- Posesión del tercer tipo
- Pijamas
- Sátiro
- Putita
- Microdancing
- El pupilo
- ¿Y qué? / Egocripta
- El colmo
- Fiesta popular
- Curtis
- Muñeco / Su ciervo
- Demonomanía
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