Noche histórica en el Teatro Colón
Con la inmensidad que presenta su nombre y su estructura, en el Teatro Colón hasta el último detalle es imponente. Todas las butacas estuvieron ocupadas, cada persona que ingresaba veía a su alrededor y hacia arriba para contemplar los palcos, las tertulias y la mítica cúpula celeste pintada por Raúl Soldi. El telón se abrió, Roger caminó hasta el centro del escenario, se sentó y comenzó a acariciar las cuerdas de su guitarra para que sonaran los acordes de ‘Posesión del tercer tipo’. Las notas bajaron por una escalinata y recorrieron el pasillo central hasta colisionar con Adrián que ingresaba como si fuese un espectador más. El recinto quedó a oscuras y sólo él fue iluminado mientras cantaba las estrofas de la extensa canción de Trance Zomba. Tras la absurda polémica sobre si Babasónicos debería tocar o no en el Colón, Dárgelos respondió con la elegancia que lo caracteriza y dio por terminada la discusión con un mensaje que tal vez no fue a propósito pero que no desentonó: “Salv