Humo: "No recuerdo haber posado a su lado"

El sábado 17 de septiembre de 2011, un adolescente de 16 años veía por segunda vez a Babasónicos. Este joven santafesino, Emanuel Salinas, tenía una obsesión: Quería tomarse una foto junto a Adrián Dárgelos.

Esperó a la banda en la puerta del centro de eventos Metropolitano de Rosario, donde tocaron esa noche. Ema estuvo desde las tres de la tarde hasta que llegaron ahí para hacer la prueba de sonido, pero los músicos se fueron rápidamente y solo pudo conseguir una instantánea con Diego Uma.

Un año después, Babasónicos tocó el 21 de enero gratis en una playa de Mar del Plata . Ema disfrutó del show y cuando terminó, creyendo que ésta sería su gran oportunidad, se acercó a la parte de atrás del escenario donde vio a todos los integrantes desde lejos, pensando que captaría su atención intentó llamarlos a todos pero –otra vez- el único que se acercó fue Uma para repetir la foto como el año anterior.

La cuarta vez que Ema vio a Babasónicos, fue el 12 de octubre de 2012, en el bar Willie Dixon. De la misma manera que lo hizo la primera vez que asistió a un recital de ellos, Ema fue temprano para verlos antes de que hicieran la prueba de sonido.

Entraron por una puerta distinta a la que estaba Ema. Cuando él vio que salieron los músicos, nuevamente se le acercó Uma, en cambio el resto se fue rápido en una camioneta. Desilusionado por no obtener la foto ansiada, pero contento porque ya tenía tres con el multiinstrumentista.

Sin perder las esperanzas, Ema volvió a ver a la banda en Rosario. Esta vez, cambió su estrategia, con siguió información y logró ir al hotel donde se hospedaban.

El fan los esperaba afuera hasta que consiguió ingresar. Los sónicos bajaron al lobby. Ema se acercó a saludar a Adrián y le pidió una foto, él aceptó. El adolescente le agradeció por su cortesía y el cantante, después de haber posado a su lado, le dijo “hasta luego”.

Con mucha paciencia y respeto, Ema se laureó con un recuerdo imborrable. Esta fotografía reproducirá para siempre un deseo que en otros tiempos parecía imposible.

Autores: Emanuel Salinas y Lucila Venerus Resa